EL DON DE LENGUAS:
1 Corintios y el don de lenguas por Josías Grauman
26¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación.
1. El libro de Hechos claramente indica que las lenguas eran idiomas humanos conocidos (Hch
2:8), por lo que necesitaríamos indicios evidentes en Corintios para sugerir lo contrario. 1
Corintios 13:1 no dice que Pablo habló en idiomas angélicas, ni tampoco que era omnisciente
(1Co 13:2), así que debemos dejar que la Biblia interprete nuestras experiencias y no la
inversa, orando que Él ilumine nuestras mentes para entender Su palabra (1Co 2:14-16).
2. El hecho de que los corintios hablaran en lenguas y tuvieran todos los dones (1Co 1:7) no era
razón suficiente para que pensaran que eran mejores o más santos que los que no lo hicieran
(1Co 12:21, 30, cp. 1Co 1:7; 3:1; 4:7; 13:1). La evidencia de la obra del Espíritu en la vida de los
creyentes se observa en Su fruto santificador, no necesariamente en los dones (Gá 5:22-23;
2Co 3:18; Mt 7:15-23; Nm 24:17).
3. Los corintios no debían anhelar las lenguas más que edificar a sus hermanos (1Co 12:31, cp.
1Co 14:12, 39). El Espíritu reparte los dones conforme a Su voluntad con el propósito de
edificar el cuerpo entero, y no para la exaltación de uno de sus miembros (1Co 12:4-7, 11, 17).
En 1 Corintios 12-14, Pablo estaba reprendiendo a los corintios en cuanto a su abuso de los
dones, tal como hace con otros temas a lo largo del libro: divisiones (1Co 1-4), inmoralidad
(1Co 5), jactancia (1Co 5:6), demandas (1Co 6), malentendidos acerca del matrimonio (1Co 7),
despreocupación por el débil en la fe (1Co 8-9), idolatría (1Co 10), borracheras durante la
cena del Señor (1Co 11), abuso de los dones (1Co 12-14), rechazo de la resurrección (1Co 15).
4. En la iglesia, las lenguas (cp. Hch 2:11) siempre tenían que ser traducidas, lo que podía ser
llevado a cabo tanto por la persona que estaba hablando en lenguas como otro individuo (1Co
14:13). Sin traducción era imposible edificar a los oyentes, lo cual constituía el requisito
indispensable para permitir que algo sucediera durante un servicio (1Co 14:6, 23, 26-27).
5. Las lenguas existían como una señal para los incrédulos, no para los creyentes (1Co 14:22).
6. Como máximo, tres personas podían hablar en lenguas durante un servicio (1Co 14:27).
7. Siempre debían hablar siguiendo su turno, y con orden (1Co 14:27). Dos personas no podían
hablar simultáneamente, porque sería caótico e inteligible, y por ende, no edificaría (1Co
14:31).
8. Tanto lo que se decía por medio de otras lenguas como su traducción era divinamente
inspirado y autoritario (1Co 14:14). Así que antes de aceptarlo debían examinarlo a la luz de la
revelación anterior (1Co 14:32).
9. La persona que hablaba en lenguas debía orar mientras hablaba, o de lo contrario no podría
ser edificada (1Co 14:13-15, cp. Ro 12:2; Jn 17:17). 1 Corintios 14:2-4 se refiere a alguien que
utilizaba las lenguas durante un servicio en que todos los presentes hablaban el mismo
idioma.
10. El amor es mejor, porque durará para siempre, mientras que las lenguas cesarán por sí
mismas (1Co 13:8, cp. He 2:4; Ef 2:20; Nm 17:7; 2Co 12:12; 2Ti 4:20). Si tenemos la Biblia y el
Espíritu, tenemos todo lo que necesitamos (1Jn 2:20, 27; 2P 1:3; 1Co 12:13).
HECHOS 2
La venida del Espíritu Santo
1Cuando llegó el día de Pentecostés, estaban todos unánimes juntos. 2Y de repente vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba, el cual llenó toda la casa donde estaban sentados; 3y se les aparecieron lenguas repartidas, como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. 4Y fueron todos llenos del Espíritu Santo, y comenzaron a hablar en otras lenguas, según el Espíritu les daba que hablasen.
5Moraban entonces en Jerusalén judíos, varones piadosos, de todas las naciones bajo el cielo. 6Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios. 12Y estaban todos atónitos y perplejos, diciéndose unos a otros: ¿Qué quiere decir esto? 13Mas otros, burlándose, decían: Están llenos de mosto.
VERSICULO CLAVE:
6Y hecho este estruendo, se juntó la multitud; y estaban confusos, porque cada uno les oía hablar en su propia lengua. 7Y estaban atónitos y maravillados, diciendo: Mirad, ¿no son galileos todos estos que hablan? 8¿Cómo, pues, les oímos nosotros hablar cada uno en nuestra lengua en la que hemos nacido? 9Partos, medos, elamitas, y los que habitamos en Mesopotamia, en Judea, en Capadocia, en el Ponto y en Asia, 10en Frigia y Panfilia, en Egipto y en las regiones de África más allá de Cirene, y romanos aquí residentes, tanto judíos como prosélitos, 11cretenses y árabes, les oímos hablar en nuestras lenguas las maravillas de Dios.
1 CORINTIOS 14
El hablar en lenguas
1Seguid el amor; y procurad los dones espirituales, pero sobre todo que profeticéis. 2Porque el que habla en lenguas no habla a los hombres, sino a Dios; pues nadie le entiende, aunque por el Espíritu habla misterios. 3Pero el que profetiza habla a los hombres para edificación, exhortación y consolación. 4El que habla en lengua extraña, a sí mismo se edifica; pero el que profetiza, edifica a la iglesia. 5Así que, quisiera que todos vosotros hablaseis en lenguas, pero más que profetizaseis; porque mayor es el que profetiza que el que habla en lenguas, a no ser que las interprete para que la iglesia reciba edificación.
6Ahora pues, hermanos, si yo voy a vosotros hablando en lenguas, ¿qué os aprovechará, si no os hablare con revelación, o con ciencia, o con profecía, o con doctrina? 7Ciertamente las cosas inanimadas que producen sonidos, como la flauta o la cítara, si no dieren distinción de voces, ¿cómo se sabrá lo que se toca con la flauta o con la cítara? 8Y si la trompeta diere sonido incierto, ¿quién se preparará para la batalla? 9Así también vosotros, si por la lengua no diereis palabra bien comprensible, ¿cómo se entenderá lo que decís? Porque hablaréis al aire. 10Tantas clases de idiomas hay, seguramente, en el mundo, y ninguno de ellos carece de significado. 11Pero si yo ignoro el valor de las palabras, seré como extranjero para el que habla, y el que habla será como extranjero para mí. 12Así también vosotros; pues que anheláis dones espirituales, procurad abundar en ellos para edificación de la iglesia.
13Por lo cual, el que habla en lengua extraña, pida en oración poder interpretarla. 14Porque si yo oro en lengua desconocida, mi espíritu ora, pero mi entendimiento queda sin fruto. 15¿Qué, pues? Oraré con el espíritu, pero oraré también con el entendimiento; cantaré con el espíritu, pero cantaré también con el entendimiento. 16Porque si bendices solo con el espíritu, el que ocupa lugar de simple oyente, ¿cómo dirá el Amén a tu acción de gracias? pues no sabe lo que has dicho. 17Porque tú, a la verdad, bien das gracias; pero el otro no es edificado. 18Doy gracias a Dios que hablo en lenguas más que todos vosotros; 19pero en la iglesia prefiero hablar cinco palabras con mi entendimiento, para enseñar también a otros, que diez mil palabras en lengua desconocida.
20Hermanos, no seáis niños en el modo de pensar, sino sed niños en la malicia, pero maduros en el modo de pensar. 21En la ley está escrito: En otras lenguas y con otros labios hablaré a este pueblo; y ni aun así me oirán, dice el Señor. 22Así que, las lenguas son por señal, no a los creyentes, sino a los incrédulos; pero la profecía, no a los incrédulos, sino a los creyentes. 23Si, pues, toda la iglesia se reúne en un solo lugar, y todos hablan en lenguas, y entran indoctos o incrédulos, ¿no dirán que estáis locos? 24Pero si todos profetizan, y entra algún incrédulo o indocto, por todos es convencido, por todos es juzgado; 25lo oculto de su corazón se hace manifiesto; y así, postrándose sobre el rostro, adorará a Dios, declarando que verdaderamente Dios está entre vosotros.
26¿Qué hay, pues, hermanos? Cuando os reunís, cada uno de vosotros tiene salmo, tiene doctrina, tiene lengua, tiene revelación, tiene interpretación. Hágase todo para edificación. 27Si habla alguno en lengua extraña, sea esto por dos, o a lo más tres, y por turno; y uno interprete. 28Y si no hay intérprete, calle en la iglesia, y hable para sí mismo y para Dios. 29Asimismo, los profetas hablen dos o tres, y los demás juzguen. 30Y si algo le fuere revelado a otro que estuviere sentado, calle el primero. 31Porque podéis profetizar todos uno por uno, para que todos aprendan, y todos sean exhortados. 32Y los espíritus de los profetas están sujetos a los profetas; 33pues Dios no es Dios de confusión, sino de paz.
Como en todas las iglesias de los santos, 34vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. 35Y si quieren aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que una mujer hable en la congregación. 36¿Acaso ha salido de vosotros la palabra de Dios, o solo a vosotros ha llegado?
37Si alguno se cree profeta, o espiritual, reconozca que lo que os escribo son mandamientos del Señor. 38Mas el que ignora, ignore. 39Así que, hermanos, procurad profetizar, y no impidáis el hablar lenguas; 40pero hágase todo decentemente y con orden.
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