EL PROPOSITO Y LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS

EL PROPOSITO Y LA VOLUNTAD DE DIOS PARA NUESTRAS VIDAS: 



Las promesas de Dios son para nuestras vidas, está en nosotros creer y tener fe y arrebatar esas promesas.

Las promesas de Dios son pensamientos de Dios para nuestras vidas para que se haga su voluntad y su plan divino.

El plan de Dios para nuestras vidas lo formo en el vientre de nuestras madres.

Hay promesas de Dios que no se llegan a concretar o tardan en cumplirse por la desobediencia, la incredulidad y el pecado.

Si no tenemos una comunión íntima con nuestro Dios de todo corazón y no le damos el primer lugar a Dios.
El no nos va a bendecir. Porque Dios quiere que sea el primero en nuestras vidas.

Las promesas de Dios son en el "Si y Amén"
Aceptando su buena voluntad y la bendición es decir que así nos predisponemos a recibir de su bendición.

La voluntad de Dios es buena perfecta y agradable
La voluntad de Dios no añade tristeza.
La voluntad de Dios siempre lo glorifica a El y trae mucho fruto.

La voluntad de Dios es como la de un Padre que quiere lo mejor para sus hijos. Y a veces lo mejor no quiere decir que sea precisamente lo que queremos sino que lo mejor sería para formarnos a la imagen de Jesús. Esa es la meta de Dios para nuestras vidas. Eso es lo que Dios desea. Restaurar esa relación con El, como cuando el hombre estaba en el Edén junto a Dios.

Mateo 7:7-12
7Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. 8Porque todo aquel que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se le abrirá. 9¿Qué hombre hay de vosotros, que si su hijo le pide pan, le dará una piedra? 10¿O si le pide un pescado, le dará una serpiente? 11Pues si vosotros, siendo malos, sabéis dar buenas dádivas a vuestros hijos, ¿cuánto más vuestro Padre que está en los cielos dará buenas cosas a los que le pidan? 12Así que, todas las cosas que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced vosotros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.

La voluntad del Padre siempre es tener comunión con sus hijos, sino no hubiera valido de nada mandar a  su hijo a morir por nuestros pecados.

Somos comprados por precio de sangre, nuestra vida nuestro corazón tiene dueño y su nombre es Jesús.

Cuan grande amor tiene el Padre que envío a Su Único Hijo para salvarnos de una muerte eterna para poder estar una vida eterna junto con El.

Las distracciones de la vida nos desenfocan de ese hoyo de desesperación que Dios nos saco.

Es por eso que Dios nos cela y quiere llamar nuestra atención con sus cuerdas de amor.

El pago un precio muy grande que es su vida para que nosotros tengamos vida pero que vivamos por El y para El.

Por El marca de que somos dueño suyo.
Y para El marca que tenemos propósito eterno junto con Jesús.

Sin Jesús nada podemos hacer.(Juan 15:5) El dijo apartados de mi nada pueden hacer. Pero todo lo puedo en Cristo que me fortalece.(Filipenses 4:13)

Dios es nuestra fuente de vida.

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